miércoles, 18 de noviembre de 2015

Reflexión Final. Trabajo final.

"Y tras la incertidumbre de un instante
Frente al desconocido"
José Manuel arango - cantiga de amigo

"Tú ayudas a los débiles
Mejor que los cristianos
tú vienes de las estrellas"
Leopoldo María panero - Himno a Satán

"Si no te sale ardiendo de dentro,
a pesar de todo,
no lo hagas"
Bukowski 

De por qué llegué aquí, de lo que he escrito, de quién soy. 


Mi propuesta de ensayo final se fundamenta obviamente en todas las bases que se han ido construyendo a través de la práctica y su evidencia en éste blog, Terminé pensando en cómo demonios terminaba enlazando elementos tan aparentemente ajenos a la educación, la risa, el futbol, el juego, la lucha. Es obvio que no puedo salirme de lo que soy y muchas veces empezamos a pensarnos como maestros olvidando lo que somos. 
¿Cómo entonces la personalidad influye en el proceso educativo? como maestros qué nos hace particulares, que nos impulsa a crecer como personas para seguir el camino.  Como obviamente no podría en éste momento responder esa pregunta ya que requiere de mucho conocimiento psicológico, neurológico, antropológico... me limito a estudiar mi proceso y la influencia de mi mismo al laboratorio que es el aula. Eso si, trataremos de entender personalidad como esos rasgos particulares, esos detalles que nos diferencian... no será tanto de las manías, los tics nerviosos, o los problemas psicoanalíticos comunes, Me centraré en esos "Rayones" que atraviesan a una persona y la moldean. 

Hay un par de historias. Recuerdo que de niño me gustaban mucho las balas, me sorprendía cómo algo tan pequeño podía causar tal estruendo -sólo conocía su sonido- y dejar huecos en las paredes. Aún estaba en la escuela y era un poco normal que nos encontráramos balas por ahí, se las dábamos a la policía o las guardábamos como un tesoro, si te veían con una los adultos solían quitártelas y regañarte fuertemente, o si un profe te vía con una! ay!... la cosa es que de pequeño me gustaba caminar para ir a las canchas a jugar futbol, o a la casa de la cultura a prestar libros con dibujos grandes y coloridos, siempre me ha quedado cerca, nadie me enseñó a hacerlo, Mi madre trabaja al lado de la casa de la cultura incansable vendiendo chance, y en ese lugar tan mágico para mi donde jugaba y leía encontré mi primera bala. Era larga y pesada, luego vine a saber que era de un fusíl, de un Galil probablemente o de una Ak. Eso me importa y me sorprende pensarlo por éstos días, pero en ese momento me fijaba en el poder de ese objeto... en su brillo, en su fuerza... eran los tiempos del tenebroso control paramilitar y de las limpiezas sociales. Hoy recuerdo eso y no se trata ni de traumas, ni de algo trascendental en mi vida, recuerdo que me era tan mágico la bala como una moneda. Fueron tiempos duros, Pero no trata de enfrascarse en eso. Lo importante es el tratamiento, la constante auto reflexión que hago cuando recuerdo eso, Se me sale una sonrisa y me dan ganas de seguir cambiando de alguna manera lo que me rodea. 
Me gusta mucho el futbol, desde niño me iba al estadio con mi padre y el con dos guaritos me empezaba a contar de su vida y de los tiempos duros que vivíamos.Los duros tiempos del narcotráfico que se veían a flor de piel cada domingo, sin miedo nos íbamos a cantar a sabiendas de lo peligroso que resultaban a veces los soldados del trafico infiltrados en los estadios. Me gusta el futbol porque me enseñó que si podía haber mucha gente unida por algo, con una pasión por algo. 

Todas éstas historias son para mostrar lo obvio... son para contar que a final de cuentas lo que me ha construido en mi vida me atraviesa y me deviene constantemente, pero lo interesante y lo importante es dentro de nuestras particularidades, siendo personas tan diferentes que nos ha congregado en una lucha tan utópica como es el lenguaje... nos hace entendernos y nos sigue construyendo más que como maestros, como personas. A veces me da un poco de desconfianza eso de "me estoy formando como maestro" saliendo de una boca pretenciosa y peligrosa... yo me estoy formando como persona, como ciudadano del mundo con un énfasis a la educación de la gente que me rodea, de mis hermanos... supongo que del futbol obtuve la primer idea de patria estable... eso de ser parte de un país no dice mucho... tu patria son tus amigos, tu barrio, tu pueblo, tu gente, los que están en el mismo mierdero con vos. Esto me sirve para citar una de las tantas cosas que he aprendido del futbol y que me hacen continuar. Y ni hablar del carnaval, de la fiesta, de la música y todo lo que pedagógicamente nos enseña. Todo eso he intentado de llevarlo dentro de mi cada ves que entro con una sonrisa en el colegio a dar alguna clase. el mundo es muy grande y lo poco de él que cabe en el corazón de una persona debería ser mostrado en un objetivo común... todo el dolor, toda la tristeza, todas las alegrías cuajan dentro de uno para que hagamos algo! nosotros somos el medio de lo que queremos transmitir. fíjate muy bien en la personalidad de un maestro y de seguro vislumbrarás alguna vieja historia, en el rayón de cada maestro está su fuerza y su llama. 
No basta con tener los conocimientos, con saberlo todo, con ser un intelectual promedio. Hay que ir adentro, mirarnos al espejo cada día y recordar, y estar bien seguros de que no nos estamos convirtiendo en unos dictadores, en unos monstruos. Tengo la firme convicción que un maestro al igual que el artista debe vivenciar! debe buscar mediante la vida misma los sentidos de su cultura y de su tierra, los secretos que los viejos guardaron en los cielos, debe conocer el bajo fondo, y la gran mesa, acostumbrarse como el buen artista a nunca criar barriga, a entender lo que se oculta entrelineas en la lengua cantada de los mercados. 

En los estadios conocí mucha música, en la calle en general... la cumbia por ejemplo es muy utilizada para los cánticos barristas y de ella fuí bajando hasta la Patagonia en un recorrido musical, en una unión latinoamericana como la soñó Bolivar, en la música... ahí hay un alma popular latente... sinestesias culturales. 
Todas éstas historias nos recuerdan que el encargado de la memoria popular, del primer aprendizaje es el abuelo, el gran contador, si a muchos el abuelo fue quien les enseño sus primeras cosas y de las más valiosas por qué lo olvidamos dentro de nuestro proceso? si amamos con tanta fuerza la vida y sus placeres por qué no encontramos el sentido de esa fuerza y la llevamos al aula... se trata de ir aprendiendo en la vida a aprender y enseñar de otras maneras, a la colombiana -en un buen sentido- con el son de la cumbia y la rebeldía. 

Hagámonos cocientes pues, vamos aprendiendo a ver quiénes somos y lo que queremos. Juntos buscando nuevos mundos posibles como dicen los Zapatistas, todos éstos detalles que se me han salido en las reflexiones hacen parte de todo un proceso y de toda una búsqueda hacia algo, de unas fuerzas que me empujan cada día y que me mantienen haciendo lo que quiero. Con la misma convicción y alegría con la que empecé a soñar y con la que trato de llevar la vida en cada experiencia. fíjense en los detalles y verán que no están por fuera de mi proceso, tal ves descubran alguna nueva historia.  

 Encendamos pues la mecha, prendámonos y sigamos ésto. hay que encender la llama de la vida en un mundo tan extraño.



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