El carnaval de máscaras.
Por fin podríamos entrar al aula. Primero fue llegar, ¿qué siente uno cuando en un lugar en que te recibían cinco días a la semana la mitad de tu día, por nueve años, te niegan? Ignora las cámaras, ignora los malos profesores de siempre, criticones de un sistema de educación que legitiman, pues su misma queja “ésta es mi obligación y mi cruz” es su zona de confort, logicas católicas, la vida es un valle de lágrimas, pero en camioneta se la pasa uno un poco mejor, ignora la burocracia absoluta y obsoleta. Ya por fin vas a entrar a clase! A eso que es aprender para transformar, transformar para aprender. Y la sorpresa. Profe discapacitada. Debo admitir que el lugar que menos quería era los sextos, la fortuna no fue buena conmigo. Cuarenta y cinco muchachos y aún nos falta otro grupo...
la mirada de los profesores siempre quiere decir algo, desde ahí es desde donde la mayoría de los pésimos empiezan mal su labor, desde ahí se da uno cuenta que se torturan ellos mismos y a los muchachos , en la mirada se ven esas cosas, y que lo disfrutan, les gusta, te subestiman. Maestro es una de esas palabras con sentido profundo y que resuena con eco potente. Pero que cuando la escuchamos casi todos sentimos uno especie de apretón en el estómago. ¿Si no pueden con la labor humana de lo que significa educar cómo van a cambiar todo el sistema absurdo de la maquinaria educativa colombiana? Sin embargo podemos decir… claro! Pero tiene formación y a final de cuentas enseñan algo… pues claro, pero su finalidad es la del que al darse cuenta que su techo está por desplomarse prefiere esperar a que alguien más lo haga en vez de afrontarlo tan siquiera. Me tranquilizo un poco pensando que a final de cuentas son hijos de ese mismo sistema, me asusta ser hijo de ese mismo sistema, me indigna que sigan naciendo incluso cerca de mí, hijos y futuros representantes de ese sistema.
El amor siempre ha sido nuestra más peligrosa arma, lo aprendí de las palabras de Pablo Vergara y Camilo Torres.
Cursos de semántica y semiótica a favor de la pedagogía para entender que toda persona realiza una acción igual a los medios de des-información al favor de la dictadura de la ignorancia. Muchas veces los maestros hacen parte de ese control mediático que mantiene a mi pueblo en un analfabetismo “muchachos, les gusta leer? – nooooo” después de la clase casi improvisada, organizada en dos horas porque la maestra estaba indispuesta se me acercaban uno, dos cinco, diez… “profe y ando leyendo esto, me gusta escribir poesía, profe me gustaron los cuentos, profe, fusilan a la oveja negra porque es diferente*” una persona que al día trata con aproximadamente entre cien y doscientas personas es un mediáticamente peligroso. Creo en éste cuento porque la lectura transforma, porque genera amor, porque si no hubiera llegado con amor habría tenido una exitosa clase de los tipos de cuentos, pero no habría hecho absolutamente nada. Yo no creo el imaginario de “es que éste es nuestro país, es que así siempre ha sido, es que la solución viene de afuera, es que, es que, es que…” eso es lo que tiene a las personas medianamente alfabetizadas en el confort de la opinión por twitter y Facebook, en el escepticismo a los nuevos tiempos, al amanecer de nuestra cultura negada por los medios de comunicación, la política implantada y la educación light. Yo no creo en la posmodernidad del “es que los muchachos no quieren aprender” cada día me repito que hay dos tipos de personas, están esas que niegan la vida, la cultura, el mundo, que le dan la espalda, los posmos que se creyeron el cuento de que el mundo circunda en su ombligo, y los que se dan cuenta de que la vida es otra cosa, que luchan por que la vida es eso, es un eterno devenir y transformar. Que saben que algo anda mal, ¿cómo no saberlo? Y hasta defienden la muerte. Que simplemente no se atreven porque les parece imposible.
Es cierto. Aquellos maestros son actores históricos y culturales, si siguen pensando en su valle de lágrimas como algo absoluto no les importará mucho lo que les hacen, y lo que hacen; sindicatos, juntas, asambleas, redes nacionales e internacionales perdidas en imaginarios absurdos, en una desesperanza que llega a los niños y que hasta nos llega a nosotros en la academia. Me niego! El maestro debe ser un reproductor del amor que transforma. El verdadero Jesucristo pedagogo y no el del malinterpretado valle de lágrimas. No es mucho lo que hacemos, no hay que ser tampoco el tonto con síndrome del héroe. Pero no hay que quedarse tirado a un lado del camino! Faltará mucho. Pero empecemos ya! Cómo puede parecerle absurdo a un colombiano exigir salud, vivienda digna, políticas propias, Educación DIGNA! Y lo más triste, ¿cómo no la genera? Descolonicemos.
Difícil el leer un cuento tranquilos, escribir algo, hacer un dibujo. Si, gritan mucho. Claro! Son niños, lo triste es que digan eso que algunos malos padres reproducen porque se los dice la TV. Que ellos mismos crean el cuento de que son los peores, de que no hay posibilidad, de que qué importa si de todos modos todo está perdido. No. Ya llegamos. Acá estamos, no hay que detenerse.
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El morbo infantil como potencia. Recuerdo que improvisando un poco les propuse a los chicos que dibujaran una cucaracha, le pusieran nombre e inventaran su historia, en menos de lo que canta una cucaracha tenía cientos de ellas de todos los colores, tamaños, texturas… todos miraban sus cucarachas con gusto y asco, como si fueran reales, en ese momento pensé dos cosas… uno era la potencialidad creativa y el acto creador en los niños, la literatura vive en ellos porque de ahí viene la capacidad de hacer vivir sus creaciones, a partir de unos garabatos conceptualizar a su modo y volver a crear el mundo de manera nítida y vívida… la otra era esa potencialidad del niño en cuanto al morbo… esa capacidad de meter el dedo en la herida.. De apretarla para que siga sangrando, se me ocurrió una idea!
etopeya, prosopografía y retrato… el próximo tema, por qué no describir una cucaracha? Los pelos de punta de la maestra guía y una sonrisa pícara por mi locura, enfrentar miedos, enfrentar la realidad, figuras literarias, escritura, estímulos sinestésicos, y estimulo de ese morbo a la cruda realidad que aunque nos va matando la fantasía de un mundo de hadas nos estimula la alegre irreverencia de la imaginación… por qué no? Cuando lo haga, les cuento.
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El racismo a las cucarachas.
Ésta es una reflexión que surge a partir de una actividad hecha en clase que básicamente consistía en crearle una historia a una cucaracha mascota. Me llamó la atención porque aunque se trataba de un ejercicio de representación, y estructuración de cuentos, lo que llamamos miedo se les salía a flor de piel en medio del trabajo, pero más que un miedo natural a algo peligrosos empecé a ver que lo relacionaban con el asco, hasta acá todo normal; Incluso uno de los chicos le acercó su dibujo a una compañera y ella gritó como si la cucaracha fuera real... después de la clase y de tomarme ocho o tres tintos por la noche con mis amigos en alguna acera insalubre de mi pueblito y de ver pasar dos o tres cucarachas, se me vinieron a la cabeza dos cosas... La primera era el poder la representación y su potencia evocadora en los niños, lo que muchos llaman fuerza de imaginación pero que a final de cuentas se trata de una potencia perceptiva que el mismo sistema educativo a veces se encarga de ir atrofiando... lo otro era la pregunta ¿pero por qué tanto asco? es decir, entiendo muy bien en cuando a lo hermética que es -que intenta ser- nuestra cultura, y bueno a mi tampoco es que me agraden las cucarachas, aunque tengo una de llavero y casi mato de un susto a la misma chica cuando la mostré al grupo -el ejercicio era construirle una historia a nuestra cucaracha mascota y yo ya tenía una...-
Pensando ésto llegué a dos puntos... uno de ellos es que nos da asco porque simplemente nos parece un poco desagradable, eso es común y está bien, pero cuando de conocer el mundo se trata es importante perderle el asco a muchas cosas, ya saben: coger gusanos, Cucarrones -o a su edad lo hacíamos mucho- ensuciarnos, Renacuajos y todo tipo de cosas pegajosas, peludas, raras. No estoy diciendo que sea estrictamente obligatorio, pero si es necesario que tomemos conciencia de ellas, porque existen, porque son bellas en su particularidad, porque muchas de ellas hay que preservarlas y porque bueno, tenemos que conocer el mundo y salir de nuestra burbuja... después de pensar ésto me llegó la segunda idea y la que consideré potencial... se trata de que muchas veces de la misma manera que los chicos y chicas les parecía un poco más normal la cucaracha después de los ejercicios -incluso alguien me la pidió y se la tuve que negar- un poco siguiendo esa lógica se me ocurrió que era una de las maneras como rompemos prejuicios implantados en medio de nuestra cotidianidad que muchas veces terminan encerrándonos e impidiéndonos de alguna parte del mundo, básicamente como funcionan los prejuicios la mayor parte del tiempo. A lo que me refiero es el morbo de alguna manera es una curiosidad "insana" hacia algo que consideramos extraño, pero que muchas veces es muy normal.
Ahora, lo más peligroso de alimentar prejuicios es que se vuelven más grandes de lo que uno cree y terminan por limitarnos. ésto se puede comprobar en los prejuicios culturales -el racismo, la xenofobia, la psicosis o incluso la paranoia- pero hablando un poco más de lo vivencial y de lo más cotidiano y de los estragos que genera el prejuicio, podemos dar ejemplos que aunque a veces nos parece un poco tontos, absurdos, terminan siendo tristes... no caminar bajo la lluvia porque no me gusta estar empapado y tal vez enfermarme, o no me siento en el pasto porque en el piso está la suciedad, no me como tal o cual comida porque se ve raro, porque huele raro, porque no es a lo que estoy acostumbrado. Pensemos un poco y veremos que es una lógica muy parecida a... no me cae bien porque es negro, judío, latino... no me cae bien porque es pobre, porque yo soy mejor... miren que hay pocos pasos de los prejuicios comunes a varios problemas sociales serios... la mayor parte del tiempo un prejuicio lo alimenta la ignorancia o el miedo. el miedo a lo diferente, a lo desconocido... de lo más bello de los niños es que son de mente abierta, no juzga ideológicamente hablando a menos que se lo enseñen en casa y se reproduzcan ciertos imaginarios, el niño más que juzgar el mundo está aprendiendo de él. Volviendo a lo que muchas veces genera ésto: la ignorancia o el miedo -además de la ideología- vemos que son dos cosas que en el aula se pueden atacar mucho, se pueden trabajar, se puede evitar y erradicar... y no es algo tan difícil como se cree.Finalmente todos entregaron su cucaracha y la historia de ésta... ya lo veían como algo un poco más normal... Ah! la escritura trabajando en ellos sin que se den cuenta muchas veces... Obviamente no van a ir a coger la primer cucaracha que encuentren... Pero cada uno tiene una cucaracha mascota en la cabeza ahora.
Por cierto, de mis estudiantes he aprendido muchas cosas, entre ellas que la mayoría de las cucarachas quieren dominar el mundo.
O que incluso las cucarachas también piensan en el amor.
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Seriamente.
“Cuando se nace pobre, estudiar es el mayor acto de rebeldía contra el sistema. El saber rompe las cadenas de la esclavitud.” Ésta frase es de Tomás Bulat y está inscrita con letras de colores en la institución en que aprendo a ejercer, la Jorge Eliecer Gaitan. Quisiera comenzar con ésta reflexión con un par de recuerdos del Décimo foro de filosofía STOA que se celebra en el Carmen de Viboral. En una charla sobre la ética de habitar, sobre Deleuze, Focault y Nietzsche a cerca de las filosofía nómadas. El ponente comentaba que era triste como la filosofía se había vuelto herramienta primaria de la legitimación del discurso del poder. Hablaba de la filosofía de Nietzscheana y cómo los maestros universitarios se dedicaban a sacar la vertiente –no sólo de éste autor- metafísica… netamente contemplativa, como si se tratara de un alivio metafísico a las penas reales (!) . Siendo la filosofía de éstos una invitación a la vida y a afrontarla tal como es… como los héroes trágicos.
“Cuando se nace pobre, estudiar es el mayor acto de rebeldía contra el sistema. El saber rompe las cadenas de la esclavitud.” Ésta frase es de Tomás Bulat y está inscrita con letras de colores en la institución en que aprendo a ejercer, la Jorge Eliecer Gaitan. Quisiera comenzar con ésta reflexión con un par de recuerdos del Décimo foro de filosofía STOA que se celebra en el Carmen de Viboral. En una charla sobre la ética de habitar, sobre Deleuze, Focault y Nietzsche a cerca de las filosofía nómadas. El ponente comentaba que era triste como la filosofía se había vuelto herramienta primaria de la legitimación del discurso del poder. Hablaba de la filosofía de Nietzscheana y cómo los maestros universitarios se dedicaban a sacar la vertiente –no sólo de éste autor- metafísica… netamente contemplativa, como si se tratara de un alivio metafísico a las penas reales (!) . Siendo la filosofía de éstos una invitación a la vida y a afrontarla tal como es… como los héroes trágicos.
Hoy ha sido un
día en la escuela bastante agitado. Tema: La oración y sus tipos según su
intención.
Muchas veces los maestros entran en ésta línea in fértil de la mera contemplación. Los que buscan sembrar se arrancan los pelos pensando cómo generar verdaderas deconstrucciones del discurso del sistema –del que muchas veces son reproductores incluso desde sus discursos progresistas-… lo que para nadie es secreto es que el tiempo, al ellos no saber sembrar, termina enterrándolos en libros de editoriales y en el plácido sueldo. Contemplativos en el peor de los casos, sindicalistas en el menos feo de ellos, y me refiero a los maestros progresistas porque los otros esto no les suena malo, por el contrario, música para su sistema.
¿Cómo asentar esto con la experiencia de hoy? Digamos que trabajo con dos sextos, uno llamémoslo sexto 3 y el otro 4, el sexto 3 es de alguna manera más callado, realiza los trabajos y no tiene graves problemas disciplinarios, 4 no puede calmarse, no le interesan muchas cosas, entre otras graves faltas disciplinarias. Un profesor común elegiría a sexto 3 por la sencilla razón de que son más callados, yo no elijo a ninguno, a ambos los veo con potencialidades diferentes y de sexto 3 me queda decir que es un grupo en que se facilita trabajar la deconstrucción del pensamiento de dominio, que es atento a los temas, pero por la sencilla razón que funciona más dentro del sistema establecido, porque funciona bajo ese sistema, está casi completamente inmerso en él.
Sexto 4 es uno de esos grupos lleno de “los que no supieron dónde más ponerlos” me centraré en él un momento… pareciera que sexto 4 no tuviera techo, el cielorazo del salón de clases ha sido carcomido por el tiempo y faltan partes de éste, se ven las tejas pudriéndose. Supongo que por eso casi siempre están en las nubes. Lo único que le acepto al método tradicional es que el trabajo con la palabra es difícil en grupos inquietos y no conformes, es imposible tenerlos quietos, y lo que no les interesa: no lo hacen; a muchos ya ni les interesa las notas, o perder un curso… tal vez le temen a sus padres, pero esos sí, son pocos los que hacen esto con una mala intención, no sabotean las clases (no todos) simplemente son niños que desde el arranque no le tiene esperanza a lo que hacen, que desde niños el sistema no supo responderles. Pondré el ejemplo de Kevin. Kevin es un cero en todos los sentidos que implica la estructura del colegio. Kevin es un chico negro que probablemente viene o del norte de Antioquia o de muy sur. Kevin no hace nada y como tiene nada que le interesa se dedica a jugar, a veces un tanto violento eso si, supongo que maña inculcada en su hogar. Hoy trabajábamos un collage, me senté junto a Kevin que buscaba la primer figura para recortar, molestando le dijo a un compañero “mira a tu novia” y entonces vi una anciana con un tiple, le dije “sabés, si llego a viejo me gustaría que me tocaran el tiple.” El me miró con esa mirada de pregunta que los maestros no saben apreciar. “el tiple es muy hermoso, cuando aún habían esclavos negros e indígenas- le dije- en las plantaciones de caucho, antes de que se emanciparan, ellos siempre tenían un tiple… ¿sabes por qué?... resulta que creían que alejaba a los malos espíritus, pero más que esto era que el amo le tenía asco al esclavo, entonces cuando un negro o un indígena tocaba el tiple con la excusa de ahuyentar un duende o una bruja se prendía una fogata y se tomaban unos tragos de chicha o aguardiente de caña. Era que ahuyentaban al patrón para organizar sus huidas muchas veces. Sabés kevin… no sé por qué te digo esto, no sé si te interese"… -esa mirada de pregunta de nuevo- él se limitó a recortar la imagen y pegarla en su cuaderno, me ponía mucha atención. –es primera vez que veo trabajando a Kévin- con Kevin supongo que ya casi todos se rindieron. Y no digo acá que hay que salvar a todos los Kevin, sólo digo que no es imposible. Me refiero a que ese Kevin lo que lo impulsa a su no hacer nada es una forma de resistencia consciente o inconsiguiente a final de cuentas. Kevin resulto de un sistema al que no se adaptó, y probablemente nunca se adaptará, pero mi labor no es adapatarlos, es alimentarlos, darles herramientas para que se justifiquen consigo mismos., Kevin aprenderá algún día que hay que bailarle al diablo y tocar el tiple para ahuyentarlo, es decir, a sobrevivir en el sistema… y yo simplemente me niego de entregar tan fácil a Kevin a los grupos criminales, al vicio destructor, a la guerra, al analfabetismo, a la empresa, al sistema que conociendo Colombia terminará probablemente matándolo. Ojalá fuera una metáfora. Porque a veces éste tipo de rebeldías son captadas por mecanismos del sistema para que desaparezcan (ej: paramilitares). Yo quiero ayudar a que ellos no se venzan tan fácil, a que su acto de resistencia tenga un sentido y por eso me negué a ser el contemplativo que sabe que su falta de concentración –de kevin- es un problema del sistema, familiar, educativo, que será carne de picadora de éste mundo, que Kevin es inteligente pero no presta atención, o en el peor de los casos, de montársela a Kevin, de Kevin no vale un peso, de que maten a Kevin en cualquier esquina, da igual, nunca le interesó el estudio. Me negué a ser contemplativo porque eso es alimentar el sistema educativo de muerte en que vivimos.
El verdadero silencio tiene que venir de la autonomía.
Muchas veces los maestros entran en ésta línea in fértil de la mera contemplación. Los que buscan sembrar se arrancan los pelos pensando cómo generar verdaderas deconstrucciones del discurso del sistema –del que muchas veces son reproductores incluso desde sus discursos progresistas-… lo que para nadie es secreto es que el tiempo, al ellos no saber sembrar, termina enterrándolos en libros de editoriales y en el plácido sueldo. Contemplativos en el peor de los casos, sindicalistas en el menos feo de ellos, y me refiero a los maestros progresistas porque los otros esto no les suena malo, por el contrario, música para su sistema.
¿Cómo asentar esto con la experiencia de hoy? Digamos que trabajo con dos sextos, uno llamémoslo sexto 3 y el otro 4, el sexto 3 es de alguna manera más callado, realiza los trabajos y no tiene graves problemas disciplinarios, 4 no puede calmarse, no le interesan muchas cosas, entre otras graves faltas disciplinarias. Un profesor común elegiría a sexto 3 por la sencilla razón de que son más callados, yo no elijo a ninguno, a ambos los veo con potencialidades diferentes y de sexto 3 me queda decir que es un grupo en que se facilita trabajar la deconstrucción del pensamiento de dominio, que es atento a los temas, pero por la sencilla razón que funciona más dentro del sistema establecido, porque funciona bajo ese sistema, está casi completamente inmerso en él.
Sexto 4 es uno de esos grupos lleno de “los que no supieron dónde más ponerlos” me centraré en él un momento… pareciera que sexto 4 no tuviera techo, el cielorazo del salón de clases ha sido carcomido por el tiempo y faltan partes de éste, se ven las tejas pudriéndose. Supongo que por eso casi siempre están en las nubes. Lo único que le acepto al método tradicional es que el trabajo con la palabra es difícil en grupos inquietos y no conformes, es imposible tenerlos quietos, y lo que no les interesa: no lo hacen; a muchos ya ni les interesa las notas, o perder un curso… tal vez le temen a sus padres, pero esos sí, son pocos los que hacen esto con una mala intención, no sabotean las clases (no todos) simplemente son niños que desde el arranque no le tiene esperanza a lo que hacen, que desde niños el sistema no supo responderles. Pondré el ejemplo de Kevin. Kevin es un cero en todos los sentidos que implica la estructura del colegio. Kevin es un chico negro que probablemente viene o del norte de Antioquia o de muy sur. Kevin no hace nada y como tiene nada que le interesa se dedica a jugar, a veces un tanto violento eso si, supongo que maña inculcada en su hogar. Hoy trabajábamos un collage, me senté junto a Kevin que buscaba la primer figura para recortar, molestando le dijo a un compañero “mira a tu novia” y entonces vi una anciana con un tiple, le dije “sabés, si llego a viejo me gustaría que me tocaran el tiple.” El me miró con esa mirada de pregunta que los maestros no saben apreciar. “el tiple es muy hermoso, cuando aún habían esclavos negros e indígenas- le dije- en las plantaciones de caucho, antes de que se emanciparan, ellos siempre tenían un tiple… ¿sabes por qué?... resulta que creían que alejaba a los malos espíritus, pero más que esto era que el amo le tenía asco al esclavo, entonces cuando un negro o un indígena tocaba el tiple con la excusa de ahuyentar un duende o una bruja se prendía una fogata y se tomaban unos tragos de chicha o aguardiente de caña. Era que ahuyentaban al patrón para organizar sus huidas muchas veces. Sabés kevin… no sé por qué te digo esto, no sé si te interese"… -esa mirada de pregunta de nuevo- él se limitó a recortar la imagen y pegarla en su cuaderno, me ponía mucha atención. –es primera vez que veo trabajando a Kévin- con Kevin supongo que ya casi todos se rindieron. Y no digo acá que hay que salvar a todos los Kevin, sólo digo que no es imposible. Me refiero a que ese Kevin lo que lo impulsa a su no hacer nada es una forma de resistencia consciente o inconsiguiente a final de cuentas. Kevin resulto de un sistema al que no se adaptó, y probablemente nunca se adaptará, pero mi labor no es adapatarlos, es alimentarlos, darles herramientas para que se justifiquen consigo mismos., Kevin aprenderá algún día que hay que bailarle al diablo y tocar el tiple para ahuyentarlo, es decir, a sobrevivir en el sistema… y yo simplemente me niego de entregar tan fácil a Kevin a los grupos criminales, al vicio destructor, a la guerra, al analfabetismo, a la empresa, al sistema que conociendo Colombia terminará probablemente matándolo. Ojalá fuera una metáfora. Porque a veces éste tipo de rebeldías son captadas por mecanismos del sistema para que desaparezcan (ej: paramilitares). Yo quiero ayudar a que ellos no se venzan tan fácil, a que su acto de resistencia tenga un sentido y por eso me negué a ser el contemplativo que sabe que su falta de concentración –de kevin- es un problema del sistema, familiar, educativo, que será carne de picadora de éste mundo, que Kevin es inteligente pero no presta atención, o en el peor de los casos, de montársela a Kevin, de Kevin no vale un peso, de que maten a Kevin en cualquier esquina, da igual, nunca le interesó el estudio. Me negué a ser contemplativo porque eso es alimentar el sistema educativo de muerte en que vivimos.
El verdadero silencio tiene que venir de la autonomía.
Actos de resistencia.
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Colectividad.Lejos de ser éste artículo un mal intento de psicoanálisis sexual de la mente de una niña de sexto grado que sería lo que erróneamente le sugeriría el título del mismo a una mente llamemos perversa, quiero hablar del cariño que genera la escuela,pero también haría mal en hacer un pseudo análisis de las relaciones afectivas en un aula de clases, pues son muchas y muy diversas y extrañas... quiero hablar de esa complicidad, cooperación, camaradería que genera la interacción en los trabajos más humanos, ésto es, más sensible a lo humano, a las lágrimas, a las alegrías, al cariño a lo cien por ciento humano. .
Se me antoja la palabra Autonomía. ¿Cómo generar una colectividad de trabajo y confianza? no es utopía el creer que se pueden generar espacios de cariño al aprendizaje, a la curiosidad.
La autonomía casi que sólo se puede conseguir considero a partir de esa complicidad propia del espacio del conocimiento que hizo que Alejandra, una de las más brillantes para su edad me pidiera que le regalara uno de mis crespos, a tan sólo tres sesiones de que terminara mi práctica y trágicamente como suele pasar el los espacios académicos nos perdamos cada uno por su camino.
No fue un mal intento de coquetería, o de bobaliconería, o sabotaje, Alejandra no quiso hacerme sentir alguna malicia o perversión de su parte, ese tipo de cosas va a prendiendo uno a notar para evitar que nos engañen los niños con sus máscaras, sino con una especie de confianza y cariño y respeto, con una mirada que más parecía un abrazo.
Ella sabe aunque no lo sepa del todo, que nuestra relación es académica, que lo que nos une es el conocimiento, que la vida está allá afuera pero ahí adentro yo soy su garabato de profesor, que con tranquilidad puedo decir que escucha; esa actitud abierta, junto con la mirada de curiosidad es algo que los profesores no saben apreciar y suelen negar inmediatamente, tristemente la perciben como algo malo, hay que ser un ente frío al servicio del conocimiento, así y con muchos gritos lográs que esos demonios aprendan algo en la vida ... no entienden que es una especie de aceptación, una especie de apertura de ideas, es una otra amistad, prueba de que el conocimiento también genera un cariño extraño, lo que no entienden es que esa relación de respeto a partir de la valoración del otro es lo que en gran factor genera la autonomía! es lo que hace que los estudiantes confíen en que lo que dices tiene un fin, tiene un sentido, tiene calor!
Es algo un tanto complejo. no se trata de una especie de contrato social -aunque en parte- ni de una amistad intelectual -puede llegar a ser- sino de generar la sensación de que el otro con que trabajo y yo hacemos algo que vale la pena por abstracto que nos parezca al principio -algo así como los grupos de creación colectiva, o algunos grupos de investigación- no es que en el aula dejemos de ser amigos, pero es otra amistad, es una clandestinidad, porque nos encontramos para descubrir, pero para yo intentar descubrir con el otro tengo que tenerle una confianza, tengo que creer así sea un poquito en él, de lo contrario nos convertimos en esos profes que sólo saben enseñar a partir del miedo o de la secuencia absurdum at infinitum, a mera repetición. La autonomía es la vida. La autonomía crea, la autonomía nos une, la autonomía en la educación es lo que permite aprender. La sumisión es la muerte. Llamo autonomía al verdadero trabajo colectivo que no necesita de dictaduras o de imposiciones, eso se hace a pasitos, pero Alejandra me impulsa a creer en eso por la confianza que se tomó junto con una sonrisa, nos reímos de buen gusto y seguimos trabajando la descrición literaria. Ella me escucha y no dejará de hacerlo, es un respeto real. La autonomía no radica en el poder que ejerce el maestro sobre los estudiantes, sino en el poder repartido entre los que pretenden construir y crear esa autonomía de la educación. ese cariño por lo que nos libera, el conocimiento.
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Muchachos, suficiente división silábica por hoy, Vamos a ver el partido.
"yo soy de tierra humilde y pujante
somos hijos de obreros y arrieros"
Fragmento cántico barrista de la "RXN"
somos hijos de obreros y arrieros"
Fragmento cántico barrista de la "RXN"
Como decía Marx, Primero el partido. Es una frase que recuerdo de una de las personas más brillantes que he conocido. Me tomó mucho tiempo entender lo que significaba el fútbol, lo que podía llevar, su historia... siempre lo vi como una forma de no pensar, como una excusa de borracheras o peor aún, como control de masas... como un alienador, como arribismo patriótico.
Lo que no sabía era que detrás del fútbol, a la sombra de ese gran delirio colectivo descansan muchas de las historias de reivindicación y educación más fascinantes. Tomando uno de ellos y tal vez el más conocido tenemos al "Sócrates"... que como futbolista popular dio vos a la posibilidad de la democracia en los últimos y más crudos años de la dictadura en Brasil y ni hablar del Corinthians, equipo que desde que existe se caracteriza por sus tendencias antifacistas y de auto gestión con la filosofía de la "democracia corinthiana"como vos popular y toda su hinchada, como reivindicación del fútbol como popular.
Lo que no sabía era que detrás del fútbol, a la sombra de ese gran delirio colectivo descansan muchas de las historias de reivindicación y educación más fascinantes. Tomando uno de ellos y tal vez el más conocido tenemos al "Sócrates"... que como futbolista popular dio vos a la posibilidad de la democracia en los últimos y más crudos años de la dictadura en Brasil y ni hablar del Corinthians, equipo que desde que existe se caracteriza por sus tendencias antifacistas y de auto gestión con la filosofía de la "democracia corinthiana"como vos popular y toda su hinchada, como reivindicación del fútbol como popular.
Traigo todo ésto a colación por el simple hecho de que después de estar hablando gramática básica, de cómo había que escuchar atentamente para dividir y estudiar silábicamente una palabra, para entender que funciona como un todo, como una construcción, paramos todo y nos dijeron que había unos cuántos partidos interclases. Un par de años atrás hubiera puesto cara de desaprobación y obligado a ir allí me habría puesto a hablar mal de todos los medios de idiotización que hay para que la gente siga como tontos, puede que sea cierto. Pero algo le he aprendido apreciar al fútbol... no sólo su capacidad de reunir y hacer fraternar a tanta gente en un mismo sitio, con un mismo objetivo, sino una capacidad excepcional de conciencia colectiva que es difícil de explicar... cuando mis estudiantes ven el partido están pensando en lo que trabajábamos, en los demás trabajos pendientes, en que se acerca el almuerzo en casa, o en que no los espera almuerzo en casa, todos éstos pensamientos pasan por ellos mientras ven pasar el balón con gracia de un lado para otro. o simplemente charlan entre ellos parando la conversación en algún momento interesante, o se encuentran simplemente.
Cuando voy al estadio con mi padre voy pensando en mis estudiantes, en mis trabajos, en la situación de mi hogar, en la situación de mi país... suelo "parchar" en la "popular" porque ahí es donde se siente el carnaval de los hombres que cantan por ese grupo de doce hombres que simbólicamente representa un montón de deseos colectivos que se materializan cuando hay suerte en un glorioso gol. no se le llama la popular por nada... no por ser nada más a la que van los más pobres de los pobres, sino porque en ella se concentran todo lo que popular mal o bien dice, allí no sólo ves a los consumidores de las drogas habidas y por haber, no sólo eso... en popular he visto banderas rojas, negras, pancartas, euskedas, palestinas, con rostros conocidos por revoltosos y así... en popular escuchas mientras ves el partido a la gente quejarse de la situación del país, allí todo se comparte se confunde y conecta, desd una cerveza hasta un comentario, allí me encuentro con maestros, obreros, arrieros, campesinos, estudiantes, y etc.Al igual que con mis estudiantes hay una especie de reconocimiento común como parte de un todo, sonando organizados sonamos mejor y así un poquito funciona la sílaba, así funciona la democracia. es como si al sentirse reconocido no meramente en un color o un uniforme, sino en unas causas comunes y en unos problemas comunes el fútbol puede volverse estandarte de luchas.
Obviamente también en ésta expresión se muestran los vicios, pecados y males de nuestra sociedad... nuestro afán auto destructivo y nuestro odio a nosotros mismo, es decir, no se vuelve un encausador de lucha y un lugar de encuentro, sino un lugar común de odio... pero desde otra perspectiva hay mucho que aprenderle al fútbol, a la camaradería que nos une en un objetivo común, si encontramos ese objetivo común que nos reúne en el aula de clase que no es otra cosa que el contexto y el conocimiento, educar será más fácil. sino, simplemente explotaremos los peores vicios de nuestra cultura... los gritos, el dominio, el control, el poder, la violencia.

Es sólo una manera de verlo... algo que se me ocurrió mientras veíamos un partido. un mundo posible. otra manera de encontrarnos y de seguir caminando, educando y educándonos... ¿qué diría Freire del Fútbol? .
Por último una imágen en chiapas, un mural realizado por Banksy en territorio Zapatista. "A la LIBERTAD por el FÚTBOL"
Y una invitación a ver otras expresiones como vehículos de transformación y educación.
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Mi vecino Totoro.
Algo que sinceramente me mortifica cuando pienso en la educación es que no se estimula mediante el arte en casi ninguno de sus ámbitos. Hay algo que se llama fantasía y no se debería perder nunca, para mi es algo que alimenta las ilusiones, los ideales, la alegría más básica, la facinación por el mundo que nos rodea. La escuela casi siempre mata la infancia y la familia no está ahí para poblar el mundo de sentidos y maravillas.
No tengo que reivindicar el valor del arte en todos los ámbitos de nuestra vida, porque simplemente sería redundar y caer en un lugar común. Lo que si nunca se puede dejar de decir es que el arte hay que integrarlo en la vida cotidiana, en nuestra educación cotidiana.
Ahora, lo que me mortifica en particular para empezar ésta reflexión es ¿dónde está la enseñanza del cine? dónde queda el séptimo con todas sus potencias en la educación, por qué pareciera que para nadie es importante?... no se trata simplemente de uno de los contenidos de ésta u otra área, se trata de uno de los medios más poderosos de enseñanza... y no me refiero al típico cine panfletario que tiene un fin obvio y una enseñanza obvia o que sólo se muestra porque es directamente proporcional a lo que se quiere mostrar, que muchas veces es aburrido, que no deja pensar nada. Tampoco ese otro cine americano que tiene una o dos escenas que nos sirven para ilustrar una clase, que a final de cuentas lo muestran los profesores para darle gusto a los alumnos o porque un día no quieren enfrentarse a un grupo y tienen la salvación, dos o tres horas de no hacer absolutamente nada, sólo ver una pantalla, como si vieran TV en las salas de sus casas. todo eso es una visión errónea y triste del cine en la escuela.
Ni hablar del lugar tan Prosaico en el que se estancó la educación artística en las instituciones públicas, y no es por enaltecer la enseñanza de la literatura, que está en un peor lugar como arte. Si no enseñamos los artes sin discriminar, si no lo integramos a la educación cómo nos va a sorprender una sociedad cada vez más materialistas, nihilistas, desesperanzada.
Para despedir una de las experiencias más bellas que he podido tener en mi vida decidimos proyectar una película. Mi vecino Totoro, una película de animación de 1988 producida por los estudios Ghibli. No se trata de cualquier película, sino que es considerada la mejor animación de la historia del cine. para ilustrar al final agregaré la ficha técnica y el trailer. Me interesó la estrategia de la película porque es una de esas cosas que no se olvidan fácilmente, como una pintura, una bella fotografía, como un buen libro... Y además porque fue junto con "el castillo vagabundo" de las películas que marcaron mi infancia.
El resultado fue simplemente genial, les había gustado demasiado, ninguno quería perder ningún momento, estaban concentrados. Además como era nuestro último encuentro había un ambiente de tranquilidad y compañerismo. La película es simplemente fantástica; no sólo eso, recuerda que en las primeras sesiones se nos dijeron los temas que más o menos alcanzaríamos a trabajar -la descripción, figuras literarias, la fantasía, el mito, la leyenda, el cuento...- cuando los imaginaba en mi cabeza me emocionaba pensar que estaría enfocando clases enteras a lo fantasioso, a lo mágico, a lo sobrenatural incluso... será divertido pensé. Pero la realidad en la escuela siempre es un poco más cruda.
Siento que lo hice bien porque cada vez que llegábamos alguno preguntaba - Qué vamos a hacer hoy profe? - veíamos los elementos formales y teóricos de los cuentos, identificábamos los personajes y su tipo, talleres... lo común del maestro, pero al mismo tiempo dibujábamos cucarachas, les creábamos una historia, o hablábamos de la mano de Monterroso de dinosaurios. Creábamos mundos posibles, y eso es de lo más importante cuando se estudian los temas de sexto grado, porque es alimentar la ficción mientras se empieza a estudiar seriamente.
Mi vecino Totoro es esencialmente una película infantil que retrata la vida rural de japón en los años cincuenta. Junto con "el cementerio de luciérnagas" es de las películas más premiadas y retomadas de la historia del cine. Aunque la madre de las personajes tenga tuberculosis, aunque el padre sea profesor investigador de Antropología, Aunque se afronte a la muerte, Aunque por un momento creamos que una de las niñas se ahoga en un estanque, aunque se encuentren con espíritus protectores del bosque, aunque esté cargada de elementos religiosos de la cultura japonesa, Aunque sea evidente una diferencia de clases abrupta... etc. A lo que voy es que está llena de elementos potenciales para el trabajo en cualquier grado. A nosotros nos sirvió para entender elementos de la fantasía, del cuento, cultura oriental, valores cívicos básicos, la linealidad o no linealidad de la historia, los planos ontológicos, el cuidado de la naturaleza y no tuvimos que dar una clase magistral para hacer que ellos lo entendieran.. simplemente les gustó la película y hablaban entre ellos de las escenas... toda esa información se irá configurando en ellos y con un poco de teoría no se les hará difícil entender una figura literaria, o la diferencia entre cuento fantásticos, entre tipos de novelas, entre metalingüistica... en fín, no sobra decir que es un camino. Y ni hablar del sinfín de preguntas... ¿de quién es esa estatua tan gorda? ... las risas y luego la seriedad con que escuchaban...
Sólo en esa clase se articulo el cine, la música -ésta canción siempre la recordarán- la interrelación con la literatura con el referente a "Alicia en el país de las maravillas" en el gatobus que precisamente conocen gracias a la adaptación de disney. Y cuando dije "cuidado a ésta escena, es una de las más importantes en toda la historia del cine." saben que lo que ven es importante, que es algo casi universal, que a quien se lo cuenten ya sea aquí o en la Patagonia le entenderá si conoce el tema... ellos mismos le dan la importancia y ponen atención porque entienden que es una de esas cosas que en el arte es ya canónico. me refiero al encuentro de las personajes con totoro en la parada de bus.
En fín... fue algo simplemente hermoso y ojalá nos recuerden... por lo menos de la película y los estudios Ghibli no se olvidan y como Totoro es el logo de éste, por ahí nos recordarán.
Ficha Técnica.
Viendo la peli.
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"dele dele dele dele, ahí."
No hay excusa. para tener a los estudiantes apilados y esperando que el sistema cruel los consuma. sin enseñarles a defenderse de nada, a reírse de nada, a querer nada, a soñar nada, a no hacer absolutamente nada! porque muchas veces se vuelve una guardería para los niños, y un sanatorio mental para los profesores, donde pueden descargar su frustración al mundo y sentir que son ejemplares para la sociedad... una buena metáfora de una caja de cigarrillos.
pero si la volteamos en su sentido puede ser -tal vez- más bella, me refiero a un movimiento en el aula constante, encender todo lo que se toca por la mera pasión y el gusto de educar. ser tiro al blanco de todas las locuras e ideas y sueños de los alumnos, porque semillas es lo que llegamos a sembrar y no nos podemos quejar si luego sale muy grande el árbol... pero volviendo a la metáfora, cada uno en el aula un movimiento constante, fugáz y potente hasta que simplemente el tiempo nos marque el límite. pero NO QUEDARNOS QUIETOS esperando que algo pase y nos salve....
PD: ésta reflexión es corta porque es de una sesión que dirigió la maestra cooperadora en que prácticamente no hicimos Nada. necesitaba desahogarme. Gracias.











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